Mi caballo mago

 

El caballo mago
Era blanco. Blanco como el olvido.° Era libre. Libre como la alegría.° Era la ilusión, la libertad y la emoción. Poblaba° y dominaba las serranías° y las llanuras° de las cercanías.° Era un caballo blanco que llenó mi juventud de fantasía y poesía. Alrededor de las fogatas° del campo y en las resolanas° del pueblo los vaqueros° de esas tierras hablaban de él con entusiasmo y admiración. Y la mirada se volvía turbia° y borrosa° de ensueño.° La animada charla se apagaba.° Todos atentos a la visión evocada. Mito del reino° animal. Poema del mundo viril. Blanco y arcano.° Paseaba su harén° por el bosque de verano en regocijo° imperial. El invierno decretaba° el llano° y la ladera° para sus hembras.° Veraneaba° como rey de oriente° en su jardín silvestre.° Invernaba° como guerrero° ilustre que celebra la victoria ganada. Era leyenda.° Eran sin fin las historias que se contaban del caballo brujo.° Unas verdad, otras invención. Tantas trampas,° tantas redes,° tantas expediciones. Todas venidas a menos.° El caballo siempre se escapaba, siempre se burlaba,° siempre se alzaba° por encima del dominio° de los hombres. ¡Cuánto valedor° no juró ponerle su jáquima° y su marca° para confesar después que el brujo había sido más hombre que él!

La primera vista
Yo tenía quince años. Y sin haberlo visto nunca el brujo me llenaba ya la imaginación y la esperanza. Escuchaba embobado° a mi padre y a sus vaqueros hablar del caballo fantasma° que al atraparlo°  __________(volverse) espuma° y aire y nada. Participaba de la obsesión de todos, ambición de lotería, de algún día ponerle yo mi lazo,° de hacerlo mío, y lucirlo° los domingos por la tarde cuando las muchachas salen a paseo° por la calle. Pleno el verano.° Los bosques verdes, frescos y alegres. Las reses° lentas, gordas y luminosas en la sombra° y en el sol de agosto. Dormitaba° yo en un caballo brioso,° lánguido y sutil° en el sopor del atardecer.° Era hora ya de acercarse a la majada,° al buen pan y al rancho del rodeo.2 Ya los compañeros __________(estar, suposición) alrededor de la hoguera° agitando° la guitarra, contando cuentos del pasado o de hoy o entregándose al cansancio° de la tarde. El sol se ponía ya, detrás de mí, en escándalos de rayo° y color. Silencio orgánico y denso. Sigo insensible° a las reses al abra.° De pronto el bosque se calla. El silencio enmudece.° La tarde se detiene.° La brisa deja de respirar, pero tiembla.° El sol se excita. El planeta, la vida y el tiempo se han detenido de una manera inexplicable. Por un instante no sé lo que pasa. Luego mis ojos aciertan.° ¡Allí está! ¡El caballo mago! Al extremo del abra, en un promontorio,° rodeado° de verde. Hecho estatua, hecho estampa.° Línea y forma y mancha° blanca en fondo° verde. Orgullo, fama y arte en carne animal. Cuadro° de belleza encendida° y libertad varonil.° Ideal invicto° y limpio de la eterna ilusión humana. Hoy palpito todo aún al recordarlo.° Silbido.° Reto° trascendental que sube y rompe la tela° virginal de las nubes rojas. Orejas lanzas.3 Ojos rayos. Cola° viva y ondulante, desafío movedizo.° Pezuña° tersa° y destructiva. Arrogante majestad de los campos. El momento es eterno. La eternidad momentánea. Ya no está, pero siempre estará. __________(deber) de haber yeguas.° Yo no las vi. Las reses siguen indiferentes. Mi caballo las sigue y yo vuelvo lentamente del mundo del sueño a la tierra del sudor.° Pero ya la vida no volverá a ser lo que antes fue. Aquella noche bajo las estrellas no dormí. Soñé. Cuánto soñé despierto y cuánto soñé dormido yo no sé. Sólo sé que un caballo blanco __________(poblar) mis sueños y los __________(llenar) de resonancia y de luz y de violencia.

La segunda vista
Pasó el verano y entró el invierno. El verde pasto° dió lugar a la blanca nieve. Las manadas° bajaron de las sierras a los valles y cañadas.° Y en el pueblo se comentaba que el brujo andaba por este o aquel rincón. Yo indagaba° por todas partes su paradero.° Cada día se me hacía más ideal, más imagen, más misterio. Domingo. Apenas rayaba el sol de la sierra nevada.° Aliento vaporoso.° Caballo tembloroso de frío y de ansias. Como yo. Salí sin ir a misa.° Sin desayunarme siquiera. Sin pan y sardinas en las alforjas.° Había dormido mal y velado° bien. Iba en busca de la blanca luz que galopaba en mis sueños. Al salir del pueblo al campo libre desaparecen los caminos. No hay rastro° humano o animal. Silencio blanco, hondo y rutilante.° Mi caballo corta el camino con el pecho y deja estela eterna, grieta abierta, en la mar cana.4 La mirada diestra° y atenta puebla° el paisaje° hasta cada horizonte buscando el noble perfil° del caballo místico. Sería medio día. No sé. El tiempo __________(perder) su rigor.° Di con él.° En una ladera contaminada de sol.5 Nos vimos al mismo tiempo. Juntos nos hicimos° piedra. Inmóvil, absorto y jadeante° contemplé su belleza, su arrogancia, su nobleza. Esculpido en mármol,° se dejó admirar. Silbido violento que rompe el silencio. Guante arrojado a la cara.6 Desafío° y decreto° a la vez. Asombro° nuevo. El caballo que en verano se coloca° entre la amenaza° y la manada,° oscilando a distancia de diestra a siniestra,° ahora se lanza° a la nieve. Más fuerte que ellas, abre la vereda° a las yeguas. Y ellas lo siguen. Su fuga° es lenta para conservar sus fuerzas.

La captura
Sigo. Despacio. Palpitante. Pensando en su inteligencia. Admirando su valentía.° Apreciando su cortesía. La tarde se alarga.° Mi caballo cebado a sus anchas. Una a una las yeguas se van cansando. Una a una se van quedando a un lado. ¡Solos! Él y yo. La agitación interna reboza° a los labios. Le hablo. Me escucha y calla. Él abre el camino y yo sigo por la vereda que me deja. Detrás de nosotros una larga y honda zanja° blanca que cruza la llanura. El caballo8 que ha comido grano° y buen pasto° sigue fuerte. A él,° mal nutrido,° se le han agotado las fuerzas.° Pero sigue porque es él y porque no sabe ceder.° Encuentro negro y manchas negras por el cuerpo. La nieve y el sudor __________(revelar) la piel° negra bajo el pelo.° Mecheros violentos de vapor rompen el aire.9 Espumarajos° blancos sobre la blanca nieve. Sudor,
espuma° y vapor. Ansia.° Me sentí verdugo.° Pero ya no había retorno.10 La distancia entre nosotros se acortaba implacablemente. Dios y la naturaleza indiferentes. Me siento seguro. Desato° el cabestro.° Abro el lazo. Las riendas° tirantes.° Cada nervio, cada músculo alerta y el alma en la boca. Espuelas° tensas en ijares° temblorosos. Arranca° el caballo. Remolineo° el cabestro y lanzo° el lazo obediente. Vértigo de furia y rabia.° Remolinos° de luz y abanicos° de transparente nieve. Cabestro que silba y quema en la teja de la silla.° Guantes violentos que humean.° Ojos ardientes en sus pozos.° Boca seca. Frente caliente. Y el mundo se sacude y se estremece.° Y se acaba la larga zanja blanca en un ancho charco blanco. Sosiego° jadeante° y denso. El caballo mago es mío. Temblorosos ambos, nos miramos de hito en hito13 por un largo rato. Inteligente y realista, deja de forcejar° y hasta toma un paso hacia mí. Yo le hablo. Hablándole me acerco.° Primero recula.° Luego me espera. Hasta que los dos caballos se saludan a la manera suya. Y por fin llego a alisarle la crin.° Le digo muchas cosas, y parece que me entiende.

El regreso a casa
Por delante y por las huellas de antes14 lo dirigí hacia el pueblo. Triunfante. Exaltado. Una risa infantil me brotaba.° Yo, varonil, la dominaba. Quería cantar y pronto me olvidaba. Quería gritar pero callaba. Era un manojo de alegría.° Era el orgullo del hombre adolescente. Me sentí conquistador. El Mago __________(ensayar)° la libertad una y otra vez,° arrancándome° de mis meditaciones abruptamente. Por unos instantes se armaba la lucha otra vez. Luego seguíamos. Fue necesario pasar por el pueblo. No había remedio. Sol poniente.° Calles de hielo° y gente en los portales. El Mago lleno de terror y pánico por la primera vez. Huía° y mi caballo herrado° lo detenía. Se resbalaba° y caía de costalazo.° Yo lloré por él. La indignidad. La humillación. La alteza venida a menos. Le rogaba que no __________(forcejear),° que __________(dejarse) llevar. ¡Cómo me dolió que lo __________(ver) así° los otros! Por fin llegamos a la casa. «¿Qué hacer contigo, Mago? Si te meto en el establo o en el corral, de seguro te haces daño.° Además sería un insulto. No eres esclavo. No eres criado.° Ni siquiera eres animal.» Decidí soltarlo en el potrero.° Allí podría el Mago irse acostumbrando poco a poco a mi amistad y compañía. De ese potrero no se __________(escaparse)nunca un animal. Mi padre me vio llegar y me esperó sin hablar. En la cara le jugaba una sonrisa y en los ojos le bailaba una chispa.° Me vio quitarle el cabestro° al Mago y los dos lo vimos alejarse,° pensativos. Me estrechó la mano° un poco más fuerte que de ordinario y me dijo: «Esos son hombres.» Nada más. Ni hacía falta. Nos entendíamos mi padre y yo muy bien. Yo hacía el papel de muy hombre° pero aquella risa infantil y aquel grito que me andaban por dentro por poco estropean° la impresión que yo quería dar.

Fuga y libertad
Aquella noche casi no dormí y cuando dormí no supe que dormía. Pues el soñar° es igual, cuando se sueña de veras, dormido o despierto. Al amanecer° yo ya estaba de pie. Tenía que ir a ver al Mago. En cuanto aclaró° salí al frío a buscarlo. El potrero era grande. Tenía un bosque y una cañada.° No se veía el Mago en ninguna parte pero yo me sentía seguro. Caminaba despacio, la cabeza toda llena de los acontecimientos° de ayer y de los proyectos de mañana. De pronto me di cuenta que __________(andar) mucho. Aprieto el paso.° Miro aprensivo a todos lados. Empieza a entrarme el miedo. Sin saber voy corriendo. Cada vez más rápido. No está. El Mago se ha escapado. Recorro° cada rincón donde pudiera haberse agazapado.° Sigo la huella.° Veo que durante toda la noche el Mago __________(andar) sin cesar buscando, olfateando,° una salida.° No la encontró. La inventó. Seguí la huella que se dirigía directamente a la cerca.° Y vi como el rastro no se detenía sino continuaba del otro lado. El alambre era de púa.15 Y había pelos blancos en el alambre. Había sangre en las púas. Había manchas° rojas en la nieve y gotitas° rojas en las huellas del otro lado de la cerca. Allí me detuve.° No fui más allá. Sol rayante° en la cara. Ojos nublados° y llenos de luz. Lágrimas infantiles en mejillas varoniles.° Grito hecho nudo° en la garganta.° Sollozos° despaciosos y silenciosos. Allí me quedé y me olvidé de mí y del mundo y del tiempo. No sé cómo estuvo, pero mi tristeza era gusto.° Lloraba de alegría. Estaba celebrando, por mucho que me dolía, la fuga° y la libertad del Mago, la trascendencia de ese espíritu indomable.° Ahora seguiría siendo el ideal, la ilusión y la emoción. El Mago era un absoluto. A mí me había enriquecido° la vida para siempre. Allí me halló° mi padre. Se acercó sin decir nada y me puso el brazo sobre el hombro.° Nos quedamos mirando la zanja blanca con flecos° de rojo que se dirigía al sol rayante.